¿Qué puedo hacer yo?

Pues reflexionando un poco y teniendo en cuenta algunos de los temas que se han ido comentando en los foros, se me ocurre que podríamos llevar a cabo algunas prácticas en nuestra vida cotidiana para fomentar la inclusión y reducir las discriminaciones. Presento algunas de esas ideas: 

- Empatía. 

Podemos intentar ver el mundo de otra forma. No desde una perspectiva subjetiva, sino desde una visión más universal. ¿Qué dificultades tendría yo para ir a trabajar si tuviera una discapacidad motora? ¿Qué cambios debería hacer en mis rutinas? ¿Cómo sería mi día a día si no tuviera vista? Cuando seamos testigos de situaciones relacionadas con la discriminación, podemos preguntarnos cómo reaccionaríamos nosotros en esa misma situación, cómo nos sentiríamos y qué podemos hacer al respecto. 

- Eliminar nuestros prejuicios a través de la cultura. 

Conocer historias de primera mano, descubrir experiencias de personas en situaciones difíciles o muy diferentes a las nuestras. Explorar la vida de personas pioneras en la lucha contra los prejuicios, los estereotipos y la discriminación. Podemos comenzar a consumir cultura diferente a la que estamos acostumbrados aunque no esté dirigida a nosotros. Por ejemplo, leer libros que se consideren "para mujeres" si somos hombres, ver series con temática LGTBI aunque no pertenezcamos al colectivo o conocer historias de personas que tienen que enfrentarse a enfermedades o a problemas graves, simplemente, por enriquecernos con sus experiencias, entender mejor a los demás y abrir nuestra mentalidad a situaciones que no conocemos.

- Formación. 

Este curso sería un ejemplo. Podemos continuar nuestro aprendizaje realizando cursos y conociendo más a fondo temas relacionados, quizá ahondando en grupos y colectivos específicos. También podemos intentar adquirir conocimientos para ser más inclusivos, como por ejemplo, aprender lengua de signos.

- Atención al lenguaje. 

El lenguaje es un medio para construir la realidad. El uso de unas palabras en vez de otras puede suponer una gran diferencia en cómo recibe la otra persona el mensaje. Hay que procurar ser respetuoso y educado siempre, nunca sabes qué está viviendo la otra persona ni su situación personal y, por supuesto, hay que ser muy cuidadoso a la hora de definir a los distintos colectivos o al hablar de ellos, ya que con el lenguaje es como se construyen muchos de los prejuicios y estereotipos que intentamos eliminar.

- Amabilidad. 

Creo que en esta vida todo es mejor siendo amable. Si la amabilidad es sincera, la otra persona lo percibe y se liman las posibles asperezas que pueda haber de inicio. Generalmente, las personas que son tratadas con respeto y amabilidad siempre responden de manera muy positiva, independientemente de cuál sea su situación personal.

- Ampliar nuestros círculos sociales.

La diversidad nos enriquece. Cuanto más variado sea nuestro círculo, más amplia será nuestra manera de ver el mundo y a los demás. Conocer personas distintas a nuestro entorno es una buena manera de ser más inclusivos y reducir prejuicios. ¡Y de aprender cosas nuevas!

- Aceptarse a uno mismo y a los demás. 

El deseo de perfección ha hecho mucho daño en Occidente. Nadie es perfecto ni lo ha sido nunca.  Para ser menos críticos con los demás hemos de empezar siendo menos críticos con nosotros mismos, quitar importancia a las cosas y saber reírnos de nuestros defectos. Todas las personas tienen valor por el hecho de serlo y en eso debemos centrarnos, no en lo que nos diferencia ni en lo que nos limita, sino en lo que podemos aportar a la sociedad y a los que nos rodean.


Espero que estas ideas os sean de utilidad, saludos!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ejemplo de anuncio machista

Primera entrada: presentación

Pamplona te cuida, el buen trato a personas mayores